Afrodisias está en una meseta a 600 metros de altura, en Geyre. Como tiene una situación aislado, el acceso con el transporte publico puede ser un poco complicado. Para llegar, o en el kilómetro 110 de la carretera de Éfeso-Pamukkale, girar a la derecha y ir 40 km más pasando por Karacasu. O bien, en el kilómetro 45 de Pamukkale-Antalya, girar a la derecha y ir 65 km más pasando Tavas.
 

 Tiempo en Afrodisias

KARACASU

Muy Nuboso

15 ° C

 15 °

 15 °

 63 %

 4.6kmh

 75 %

LUN

16 °

MAR

18 °

MIÉ

16 °

JUE

17 °

VIE

18 °

 Distancias

Nysa70 Km
Pamukkale95 Km
Éfeso135 Km
Esmirna200 Km
Antalya230 Km
Ankara560 Km
Estambul730 Km

 ¿Qué ver?

Afrodisias, aunque tiene ruinas greco-romanas tan grandes e importantes como Éfeso, por su situación geográfica, recibe muchos menos visitantes. Pero una visita en primavera, en esta tierra tranquila y verde, es uno de los placeres más inolvidables del mundo.

El área de la cuidad antigua está muy bien cuidada. Al entrar, se llega a una plaza muy bonita, en donde se encuentran los servicios, una cafetería y el museo que contiene las estatuas y algunos objetos que fueron hallados en las excavaciones.

Es recomendable visitar primero las ruinas y después el museo. La visita de las ruinas se puede empezar por la izquierda o derecha ya que se hace en un circulo. En este caso sería mejor ir por la izquierda para así ver primero el teatro, el ágora, seguir por el baño romano, girar a la derecha y entrar en el pequeño odeón que es una belleza. Luego pasando por dentro del templo de Afrodita llegar hasta la obra más destacada de la ciudad. Es el estadio, uno de los mayores y mejores preservados en la cuenca mediterránea que albergaba unos 30 000 espectadores. Luego, al volver hacia la plaza principal aparecerá una esplendida puerta monumental, el Tetrapilón que es uno de los monumentos más originales y bonitos de Turquía.

Después de la visita también es recomendable comer en el área de Afrodisias. En dirección a Karacasu encontraran restaurantes turísticos. Entre ellos «Doga» tiene muy buena reputación en los circuitos. «Anatolia» también es recomendable y está cerca de las ruinas. Hay otros también de la misma calidad.

 Fundación

En fuentes antiguas Afrodisias figura entre las ciudades de Caria, aunque no pertenezca exactamente a ellas. El historiador Bizantino, Stefano (s. VI d.C.) en su catalogo de las ciudades, indica que el nombre de esta ciudad es Ninoé, que procede de Ninos, dios del amor y la guerra entre los asirios y babilonios. Se supone que el nombre Ninoé es sustituido por el de una diosa equivalente a Afrodita sobre el siglo II a.C., hacia finales del periodo helenístico.

La historia del culto en Afrodisias sigue siendo una incógnita por falta de datos. Llama mucho la atención la simultaneidad entre Afrodita y las diosas de la naturaleza de Anatolia como la madre diosa, Cibeles o la Artemisa de Éfeso.

Las excavaciones han sacado a la luz abundantes objetos de la época del neolítico posterior y del calcolítico en la colina donde está el teatro y en la posible acrópolis. Las razones de la fundación de la ciudad son el río Meandros que convierte el terreno en fértil y el culto a la diosa. Hoy en día, sigue siendo una zona rica y sus campesinos se ganan la vida, sobre todo con el cultivo de tabaco y olivos.

 Historia de Afrodisias

El fundador mitológico de Roma fue Eneas, un héroe originario de Troya, hijo de Afrodita, la Venus romana. Por esto los romanos pretenden ser descendientes de Afrodita. Esta relación crea una predilección especial de los romanos hacia la ciudad de Afrodita en Caria, Asia Menor. El historiador Apiano (s. II d.C.) nos informa que el dictador romano Sila, según las instrucciones del oráculo de Delfos, envió una doble hacha y una corona de oro a la ciudad, en el año 82 a.C.

Los abundantes hallazgos prehistóricos revelan contactos de Afrodisias con otras ciudades contemporáneas, como Hacılar, Kumtepe, Beycesultan y Troya. Numerosos pequeños «ídolos» de piedra, descubiertos en diversos estratos, pueden ser señales de la existencia en este enclave de un culto a la divinidad desde aquellas épocas.

Los hallazgos arqueológicos no son suficientes para explicar bien los periodos arcaico y clásico (s. VII – IV a.C.), pero lo que sí es seguro, es que hubo un lento progreso del culto de la diosa local en el área del templo y en las cercanías de la Acrópolis.

Se supone que, a partir del siglo II a.C., la presencia romana en Asia Menor resulta muy positiva para Afrodisias. El enclave es considerado como un territorio sagrado y tiene muchos privilegios por parte de los romanos. Así que unos siglos más tarde, aparece el nombre de la ciudad junto con un pueblo vecino, Plasara, en las monedas de plata y bronce.

Las inscripciones que aparecen en la excavación del teatro, nos informan sobre la historia del siglo I a.C. de Afrodisias. Una de ellas está en una estatua de oro de Eros que fue dedicada a Afrodita por Julio César. Otras indican que César rindió homenaje a la diosa, posiblemente al visitar el santuario.

En el año 44 a.C., después del asesinato de César, la ciudad es saqueada por Labieno, uno de los partidarios de los asesinos, para castigarla por su lealtad hacia Octavio y Antonio. Más tarde, en el año 39 a.C., esta lealtad es premiada por el triunvirato romano y le conceden algunos privilegios especiales como la autonomía, la exención de impuestos y el derecho de asilo en el templo de Afrodita. En la época de Octavio, quién más tarde se conoce como Augusto, las buenas relaciones entre Roma y Afrodisias continúan sobre todo debido a un tal Zoilos. Éste personaje aparece en las inscripciones del teatro como su constructor y como creador del pórtico norte del ágora y del templo de Afrodita. Por lo que se sabe por estas mismas fuentes, Zoilos fue un esclavo de Octavio. Después de ser liberado, vuelve a Afrodisias rico y con buenas relaciones con las autoridades romanas. En una carta inscrita sobre el muro del teatro, Octavio habla en términos calurosos de Afrodisias e incluso de Zoilos.

El tetrapilón de Afrodisias

A partir del siglo I d.C., en la época de los emperadores Julio y Claudio, el interés y predilección romanas continúan. En el año 22 d.C. Tiberio le renueva sus privilegios.

En esta época, el culto de Afrodita atrae numerosos visitantes y peregrinos y la fama de su escuela de escultura llega hasta Roma y toda la cuenca mediterránea. Las esculturas, bajorrelieves, retratos, sarcófagos, y otros materiales decorativos y arquitectónicos producidos en Afrodisias se exportan a todas las partes del gran Imperio Romano. Las canteras de mármol están al nordeste de la ciudad, en las montañas de Salbakos, actual Babadağ.

Estadio de Afrodisias

Por otra parte, la riqueza y prosperidad crea un ambiente intelectual y científico. Zenócrates realiza obras sobre medicina en el siglo I. Chariton escribe en el siglo II una de las primeras novelas de la época antigua. Mientras tanto, Alejandro es comentador de las obras de Aristóteles, sobre las cuales da clases en Atenas, a finales del siglo II.

La debilidad del imperio romano, a partir del siglo III, se nota en Asia Menor, las ciudades empiezan a perder las riquezas.

Afrodisias, es por poco tiempo la capital de la provincia combinada de Caria y Frigia. En el periodo de Diocleciano, ya es sólo la capital de una parte de Caria.

La división del Imperio Romano y el cristianismo causan grandes cambios en las ciudades de Asia Menor. En el siglo IV, Afrodisias tiene un obispado. En un principio, la atribución de dos mártires cristianos a la ciudad y las profundas disputas teológicas de los filósofos y religiosos de la ciudad sobre la naturaleza de Cristo no llegan a eliminar totalmente el pasado pagano. Asclepiódote, originario de Alejandría, que era partidario del Neoplatonismo, trabaja para beneficio de la ciudad y tiene mucha influencia sobre la gente de Afrodisias, hacia finales del siglo V.

El templo de Afrodita

Pero con el tiempo, las palabras «Afrodisias y Afrodita» son borradas sistemáticamente de la mayor parte de las inscripciones. En el siglo VII, se intenta cambiar el nombre de la ciudad por «Stravropolis», o sea «Ciudad de la Cruz». En la época bizantina, para este enclave se utiliza el nombre de «Caria». Presuntamente, el nombre actual del pueblo «Geyre» deriva de este nombre antiguo.

La ciudad está situada sobre una falla activa que causa muchos terremotos en la historia. Los daños de los terremotos de la época del Imperio Romano son restaurados en aquel entonces, pero hoy, se puede ver en las laderas desde donde se suministraba el agua, que los terremotos del siglo IV destruyen el sistema y causan inundaciones en algunas partes de la ciudad. En el siglo V, se reparan los edificios dañados y se intenta construir una infraestructura contra las inundaciones. Pero un terremoto fuerte de la época de Heraclio (610-641) devasta la ciudad y los daños de los edificios importantes nunca son recuperados. Los ciudadanos al no poder restaurar las murallas del siglo IV, se retiran a la acrópolis construyendo sobre el siglo VII un castillo. A partir de ese momento, sólo nos llegan documentos donde vienen algunos nombres de obispos. Las huellas arqueológicas indican un mejoramiento en el siglo XI y nada más. Según algunas fuentes bizantinas, Afrodisias es asediada cuatro veces durante los siglos XII y XIII por los turcos. A partir del siglo XIII, toda la zona pertenece a la señoría turca de Mentese y más tarde al Imperio Otomano.

En el año 1970, el pueblo turco Geyre que está en la acrópolis y sobre el teatro es trasladado fuera de las ruinas.

 Arqueología

La ciudad es excavada por primera vez por un inglés, Charles Textier, en el año 1835. Así llega a conocerse en el mundo arqueológico.

En 1904, Paul Gaudin, un ingeniero de ferrocarriles, arqueólogo y coleccionista francés realiza dos excavaciones.

En 1937, los italianos trabajan en la zona.

Entre 1956 y 1970, el pueblo de Geyre se traslada fuera del área de excavación que está justamente sobre el teatro de la época romana. Además, en la misma colina, son hallados algunos objetos de la época neolítica.

En el año 1961, el arqueólogo turco Kenan Erim, de la universidad Metropolitana de Nueva York empieza las excavaciones y continúa hasta el año en que muere, 1990. Realiza un excelente trabajo y gracias a él, Afrodisias se convierte en uno de los museos más brillantes de Turquía. Como consecuencia, el gobierno turco permite, con una ley especial, que se le entierre en el área del yacimiento. El sepulcro de Kenan Erim está al lado del Tetrapilón.